Invierno. Con sus noches largas, sus días fríos y el manto blanco de la nieve cubriendo nuestras montañas. Sin embargo, en mitad de esta gélida estación, hemos participado en una de nuestras bodas más cálidas del año. Ha sido en la boda de Marta y Roberto, y nos ha encantado formar parte de su gran día.
Y es que la calidez no depende solo de las temperaturas, sino del cariño y la pasión con la que se hacen las cosas. Y en este ceremonia esos dos ingredientes los encontramos a raudales!!! Esta es nuestra pareja, Marta y Roberto. Aquí en esta preciosísima foto de Diego de Rando.
La tomó justo después de la boda, con los invitados esperando a que los novios iniciaran la salida del altar para felicitarles, y nuestra recién casada pareja saboreando los primeros segundos de su vida como casados, en un breve instante de calma tras mucho rato de emociones. Yo estaba justo al lado del fotógrafo viendo como hacía la foto y cómo la vida de Marta y Roberto acababa de cambiar para siempre. Haber formado parte de esa transformación me emocionaba.
Como veis nuestros novios estaban guapísimos, esa capa blanca de Marta cuando apareció por el pasillo central fue simplemente…espectacular!!
¿Y qué me decís de la simpática pareja de perros que aparecen en primer plano? Luego volvemos a ellos, que seguro que tenéis curiosidad, pero primero dejadnos contar algunos detalles de esta boda.
La boda se celebró al aire libre en el Mas de Lucía, del Grupo Peñalén, en un evento organizado a la perfección por las chicas de Las Casamenteras. Hemos de decir que la organización fue de 10. Todo estaba perfectamente listo y preparado para que nuestra pareja tuviera un día memorable… y así fue!!!
El Mas estaba realmente bonito. Para la ocasión, se eligió una deco con reminiscencias navideñas, ya que Marta y Roberto aman esas fechas. También nuestro discurso tuvo en cuenta esos toques, incorporando en él esa vertiente de esta pareja que adora la Navidad, la familia y la vida sencilla y campestre.
Aquí podemos cómo lucía el lugar desde el que oficiamos la ceremonia y el altar previsto para las firmas.
Algunos detalles de la deco alrededor de la masía.
Y algunos rincones del interior.
Y ahora sí…¡volvemos a los perros! Son Max y Boira, los perros de Marta y Roberto, a los que les tienen devoción y con los que les gusta pasar los fines de semana en el campo.
Se portaron súper bien no solo para la foto sino también para…¡¡llevar los anillos!! Sí, Max y Boira, con sus chalecos y pajaritas, cumplieron a la perfección la misión de traer los anillos. Pero ¡ojo! Si estáis pensando en hacer algo similar en vuestra boda haced como Marta y Roberto: ellos contaron con un adiestrador en la ceremonia para estar al tanto de sus adorables mascotas.
La ceremonia dejó muchas imágenes pero sobre todo muchas emociones. Las lecturas de los amigos y familiares, que hicieron emerger mil lágrimas. Los votos que se leyeron Marta y Roberto, en los que demostraron que ambos, él y ella, están hechos de la madera más noble. Los músicos tocando en directo el Hallelujah de Leonard Cohen… y un sinfín de recuerdos que deseamos que por siempre perduren en los corazones de nuestra pareja.
Debe estar conectado para enviar un comentario.